A través de su
historia, Venezuela ha tenido el privilegio de contar con ciudadanos
extraordinarios. Basta recordar el sacrificio de todo el pueblo en los
difíciles momentos de la Guerra de Independencia, de la Guerra Federal y en los
accidentados años del resto del siglo XIX y del siglo XX. Pero,
afortunadamente, siempre en esos difíciles momentos, ha surgido el ejemplo de
personas singulares que han dado muestras de valor, honestidad y capacidad.
Un país que no reconoce
el mérito y el sacrificio de sus ciudadanos es un país que corre el riesgo de
desintegrarse, de desaparecer. Por eso, reconocer y apreciar el esfuerzo y el
trabajo de quienes lo han dado todo por construir lo mejor del país es un deber
elemental.
Hago estas reflexiones
pensando en un ciudadano excepcional, un ciudadano que ha aportado toda su
capacidad de sacrificio y su capacidad de trabajo a construir la moderna
Venezuela. Me refiero al Dr. Octavio Lepage, quien le ha servido con
desprendimiento, honestidad y capacidad a Venezuela.
En los años de la
dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, al doctor Lepage le tocó la tarea
de ser Secretario General del partido Acción Democrática, lo que en esa época
significaba, en la práctica, una sentencia de muerte. El Dr. Lepage, a pesar de
todo el riesgo que ello significaba para su vida, cumplió entonces,
valientemente, esa difícil y riesgosa misión.
Luego, al retorno de la
era democrática, le correspondió cumplir con brillo, seriedad y absoluta honestidad las más
diversas tareas públicas: embajador, ministro de relaciones interiores,
parlamentario, Presidente del Congreso y Presidente de la República en los
momentos de la transición como consecuencia de la destitución del Presidente
Carlos Andrés Pérez en el año 1993.
La actividad
intelectual del doctor Lepage ha sido intensa y siempre, en todo momento, ha
tenido presente escribir y publicar sus ideas. Los periódicos son testigos de
sus consecuentes artículos. Ha sido, pues, un político con un ideario, con una
sólida base moral e intelectual; lector y analista de lo mejor de la prensa
mundial, la política y la economía. Con este artículo, quiero rendir homenaje a
ese ciudadano extraordinario, que es el doctor Octavio Lepage.