Una
interpretación sobre el origen del conflicto político, social y económico en el
continente en pleno siglo XXI
Índice
- Aclaratoria
inicial
- Prefacio
- La
lucha entre blancos ricos, indígenas, mestizos y negros pobres aún continúa
- Otros
líderes de la América Latina
- Colombia,
un caso especial
- La
guerra en Centro América
- ¿Por
qué Fidel Castro?
- Lo
que representan los nuevos líderes
- Conclusión
- Aclaratoria
inicial
Quiero
dejar constancia que este trabajo es un análisis sociológico, elaborado en base
al método científico, sin ninguna intención política. El ensayo está basado,
simplemente, en la observación objetiva de la realidad, en hechos comprobables
que han ocurrido en el pasado y ocurren en el presente. De la interpretación de esos hechos formulé la hipótesis que presento a continuación.
- Prefacio
¿Por
qué en la América Latina han alcanzado el poder figuras como Hugo Chávez, Evo
Morales, Ollanta Humala y Rafael Correa? ¿Cuál es la causa de la guerra en
Colombia? ¿Cuál fue la causa de la guerra en Centroamérica? ¿Por qué Fidel
Castro? ¿Por qué surgen en Venezuela descendientes de los mantuanos que
intentan tomar el poder? ¿Por qué surgió en México el Movimiento Zapatista?
¿Por qué el partido socialista del Brasil coloca como su candidata a Marina
Silva? ¿Cuál es la realidad actual?
Han
pasado más de doscientos años desde la independencia de España pero el
conflicto político, social y económico del continente americano sigue presente.
¿Por
qué?
Son
varias las razones, sin embargo, de la observación objetiva de la realidad histórica
y de la realidad del presente podemos identificar claramente una causa: en
pleno siglo XXI, las diferencias raciales de la colonia aún subsisten en el
continente.
La
confrontación entre la minoría blanca de origen europeo y los indígenas, mestizos
y esclavos negros viene desde tiempos de la colonia. En el siglo XIX, la
minoría blanca nacida en América promovió la revolución de independencia para asumir
el poder directamente y liberarse de España, pero la revolución de
independencia no modificó la estructura racial y social. La esclavitud de los
negros continuó y la marginación de los indígenas y los mestizos también
continuó. Pasaron muchos años después de la guerra de independencia para que la
esclavitud fuese abolida en los países del continente y para que los indígenas
y mestizos pudieran acceder a algunas de las posiciones políticas reservadas a
la minoría blanca. En algunos casos, como el de Venezuela, fue necesaria una
nueva confrontación, la llamada Guerra Federal, que se desarrolló entre 1859 y
1863. En Colombia no ocurrió un fenómeno similar y por eso la lucha social en
forma de guerra de guerrillas todavía, en pleno siglo XXI, allí continúa.
- La lucha entre
blancos ricos, indígenas, mestizos y negros pobres aún está presente
Para
comprender el presente es necesario comprender el pasado.
La
historia de Venezuela permite explicar buena parte de la situación actual de
Venezuela y la América Latina.
La
guerra de independencia fue dirigida por hombres salidos de la minoría blanca
descendiente de españoles de la época. Simón Bolívar, el más destacado héroe y
Libertador, era descendiente de españoles y oficial del ejército del Rey, hasta
que se rebeló e inició el proceso independentista. Los generales más
influyentes del Ejército Libertador también eran descendientes de españoles. La
excepción fue el general en jefe Manuel Piar, un pardo, de madre curazoleña, el
único de su raza en alcanzar esa alta distinción militar. Lo ocurrido después
con el general Piar es de todos conocidos: fue fusilado con la anuencia del
Libertador, lo que no hizo con el general Francisco de Paula Santander, descendiente
también de españoles y líder militar de Colombia, a quien perdonó, a pesar de
haber éste atentado contra la vida del Libertador en Bogotá.
En
1819, en el Congreso de Angostura, Bolívar crea las bases políticas de lo que
sería el nuevo estado y su sueño de la Gran Colombia. Alcanzada la independencia,
después de la batalla de Carabobo en 1821, surge el nuevo estado pero ello no
modifica la estructura racial y social, ya que las
clases tradicionalmente marginadas, los indígenas, los
mestizos y los negros, continuaron en su misma situación.
Simón
Bolívar hizo una revolución política, pero la revolución no pudo cambiar los arraigados
privilegios de la clase social más poderosa, los privilegios de los blancos criollos
descendientes de españoles. José Antonio Páez, el catire Páez, como se le
conocía, el segundo hombre más importante de la historia de Venezuela, creador
de la república por haber separado a Venezuela de la Gran Colombia en 1830, a
pesar de su origen humilde, tampoco modificó la estructura racial y social
tradicional del país.
Fue
el presidente José Gregorio Monagas, quien contra la más férrea oposición de los
esclavistas en el Congreso, el 23 de marzo de 1854 decretó la abolición de la
esclavitud 33 años después de concluida la última batalla por la independencia.
Pero ello tampoco cambió la estructura racial y social del país y continuaron
las mismas circunstancias hasta que en el año 1859 se produce una rebelión social,
encabezada por los generales Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón y comienza
lo que se conoce como la Guerra Federal que duraría cinco años. La Guerra
Federal si tiene un impacto en la estructura social y, como hechos notorios,
vale destacar la extinción de la llamada oligarquía conservadora y la aplicación práctica de la abolición
de todos los títulos de nobleza que, aunque eliminados en la constitución de 1811, sin embargo, sus antiguos poseedores habían conservado, en forma práctica, parte de sus privilegios. La Guerra Federal fue, pues, también, una guerra racial entre blancos, mestizos
y negros.
El
general José Antonio Páez se rindió. La Federación triunfó en el campo militar en
1863 y asumió el poder el general Juan Crisóstomo Falcón, sin embargo, al final
la Federación tampoco logró imponer totalmente su tesis igualitarista porque surgieron los caudillos regionales. A Falcón le siguen como
presidentes de Venezuela José Ruperto Monagas, Antonio Guzmán Blanco, Linares
Alcántara, Antonio Guzmán Blanco en segundo gobierno, Joaquín Crespo, Antonio
Guzmán Blanco (Aclamación), Juan Pablo Rojas Paúl, Raimundo Andueza Palacios,
Joaquín Crespo, Ignacio Andrade y Cipriano Castro, el último caudillo del siglo
XIX.
Cipriano
Castro, gobierna a Venezuela entre 1899 y 1908. Castro era estigmatizado por su
condición de mestizo por la prensa extranjera, a raíz de la invasión de
Venezuela en 1902 por parte de las potencias europeas. Castro fue sustituido
por otro caudillo de la provincia, el general Juan Vicente Gómez, andino,
hombre blanco de ascendencia española, que a pesar de su origen humilde,
devuelve el poder político a los descendientes de los antiguos blancos criollos, los mismos de la colonia. Gómez gobierna Venezuela durante 27
años, hasta 1935 cuando muere. En ese período surgió una nueva realidad, el petróleo, que modificó la estructura económica y social, al proporcionarle al estado una riqueza extraordinaria, distinta a la tradicional agrícola. Sin embargo, las clases tradicionales que siempre habían disfrutado del poder económico y social se acomodaron a la nueva situación para obtener poder y riqueza derivado del petróleo.
A
Gómez le suceden dos generales que formaban parte de su entorno político, el
general Eleazar López Contreras, quien gobierna entre 1935 y 1936 y el general
Isaías Medina Angarita quien gobierna entre 1941 y 1945, cuando es derrocado
por un golpe militar. Tanto López Contreras como Medina Angarita también gobernaron
con los descendientes de los mantuanos blancos criollos que habían dominado siempre
a Venezuela.
El
golpe militar de 1945 coloca en el poder a Rómulo Betancourt y al naciente
partido Acción Democrática. Betancourt, a pesar de ser descendiente de
españoles porque sus ancestros eran de
las Islas Canarias, intenta romper la estructura tradicional que concentraba el
poder en la minoría blanca tradicional. Prueba de ello es que Betancourt es el
principal promotor del movimiento sindical en Venezuela, movimiento que por
primera vez le otorga cierto poder a la mayoría mestiza. Pero el experimento
duró poco. En 1948 fue electo Rómulo Gallegos Presidente de la República
postulado por Acción Democrática pero sólo duró once meses en el poder, hasta
el 24 de noviembre de ese mismo año. Los mismos militares que en 1945 habían
derrocado al general Medina Angarita derrocaron en 1948 a Gallegos y volvieron
al poder los mismos representantes de los sectores que habían gobernado al país
desde la colonia.
El
general Marcos Pérez Jiménez dirigió Venezuela hasta el 23 de enero de 1958,
cuando es sustituido por una Junta de Gobierno en la que destacan
representantes de la clase que siempre había dominado el país, incluido un
importante personaje a quien se le atribuía ser descendiente del Libertador Simón
Bolívar.
En
1959, Rómulo Betancourt y el partido Acción Democrática, mediante elecciones,
vuelven al poder. Pero esta vez Betancourt actúa de manera más cautelosa y
busca una alianza con los sectores tradicionales del poder económico en
Venezuela, los mismos de la colonia. Intenta balancear el poder político
dándole a las fuerzas sindicales una mayor preeminencia y aliándose a los
Estados Unidos, pero es atacado por una parte de las fuerzas económicas y
raciales tradicionales y por una nueva situación que surge en el continente: la
revolución cubana de Fidel Castro.
En
Venezuela Castro y su revolución logran el apoyo del partido comunista, una
fuerza minoritaria entonces pero protegida por la otra potencia que dominaba el
mundo en ese momento: la Unión Soviética, que intentaba ganar espacio en la
América Latina y otras regiones del mundo. Pero al final, Castro, el partido
comunista y otros sectores que los apoyaban fueron derrotados por Betancourt y
los siguientes presidentes de Venezuela, Raúl Leoni (1964-1969) y Rafael
Caldera (1969-1974).
Los
gobiernos de Leoni y Caldera fueron dominados por las fuerzas económicas y
raciales de siempre, las mismas fuerzas de la colonia. Lo mismo ocurrió con los
siguientes gobiernos de Carlos Andrés Pérez (1974-1979), Luis Herrera Campins
(1979-1984), Jaime Lusinchi (1984-1989), Carlos Andrés Pérez II (1989-1993),
Ramón Velásquez (1993) y Rafael Caldera II (1994-1998), quien se atreve a
designar, por primera vez en la historia, a un mulato ministro de Hacienda.
Pero
las contradicciones sociales y económicas para 1998 ya habían alcanzado un
nivel extraordinario, después de una rebelión popular el 27 de febrero de 1989
y dos intentos de golpe de estado en el año 1992. Es en esos escenarios donde
surge la figura de Hugo Chávez, quien capitaliza el descontento social de
entonces. Chávez tiene éxito porque logra identificar su figura con la mayoría
de la población pobre integrada, a su vez, por
indígenas, mestizos y negros, quienes ven en él a uno de los suyos. Chávez
reconoce por primera vez en forma implícita la situación racial en Venezuela y
adopta una serie de medidas como la designación de un ministro representante de
las etnias indígenas y la promulgación de una ley contra la discriminación
racial entre otros aspectos, cosa que nunca había ocurrido antes en el país. Por
esa identificación con la parte mayoritaria de la población Chávez llegó al
poder y lo mantuvo por largo tiempo desde 1999 hasta 2013 cuando muere.
- Otros líderes de
la América Latina
La
identificación de los sectores mayoritarios de la población, integrados por los
indígenas, los mestizos y los negros, con algunos líderes es lo que ha
permitido crear una nueva situación política en el continente. Es el caso de
Evo Morales, en Bolivia, representante de los intereses de los indígenas
bolivianos que forman la mayoría de la población de esa nación. Es también el
caso de Ollanta Humala, en el Perú y el caso de Rafael Correa en Ecuador, que
representan a los sectores étnicos mayoritarios de esos países.
- Colombia, un caso
especial
Colombia
no pasó por un proceso de igualación social como el ocurrido en Venezuela
durante la Guerra Federal y por eso en Colombia la lucha social todavía
mantiene una forma violenta.
El
poder en Colombia lo tienen los blancos descendientes de españoles que a su vez
concentran la riqueza de ese país, los mismos de la colonia, frente a la
mayoría integrada por mestizos y en menor cantidad por negros. La lucha entre
esos sectores es lo que en realidad ha mantenido vivo hasta ahora el conflicto
social en Colombia.
- La guerra en
Centro América
En
los años ochenta y noventa Centro América vivió también duros procesos de
guerra civil. En el origen de esos conflictos el problema racial ocupó un lugar
preponderante, debido a que el sector dominante, los mismos de la colonia,
trataban de mantener por siempre sus privilegios, colocando a la población
autóctona, a la mayoría indígena en una situación de precariedad total.
- ¿Por qué Fidel
Castro?
Fidel
Castro interpretó el fenómeno racial del continente en los años cincuenta. El
Presidente Fulgencio Batista era llamado entonces Mulato Lindo, lo que ponía en
evidencia la relevancia de la cuestión racial de la época. Castro encabezó la revolución en Cuba en nombre de la
mayoría de la población, integrada por negros y mestizos. La clase alta de Cuba, los
descendientes de españoles y europeos emigraron en los primeros años de la
revolución y quedó en la Isla la mayoría
mestiza y negra, gobernada por una parte de la élite blanca, la élite blanca que
permaneció aliada a Castro.
- Lo que representan
los nuevos líderes
En
México, también se puede apreciar el fenómeno racial en forma expresa. En los
años 90 surgió en la región de Chiapas, el llamado Movimiento Zapatista, un
movimiento armado indígena que proponía cambios significativos en la política y
la sociedad mexicana.
En
Brasil, a raíz de la reciente muerte de Eduardo Campos, candidato del partido
socialista, el 14 de agosto 2014, ha sido designada como candidata presidencial
la ambientalista Marina Silva, expresión de la mayoría de la población de ese
país, que ha luchado denodadamente por la conservación de la Amazonia.
En
Venezuela, aunque nadie lo dice expresamente porque se ha considerado siempre
un tema innombrable, la lucha social y racial está presente. En Venezuela
existen los descendientes de los llamados mantuanos, los blancos ricos de la
colonia que conservaron siempre el poder político y económico. Esos sectores tratan
ahora de recuperar el poder que les arrancó Hugo Chávez a su clase social partir de 1998.
- Conclusión
La
confrontación racial del tiempo de la colonia continúa viva en la América
Latina, pero en forma silente porque nadie se atreve a reconocerlo
abiertamente. Esa confrontación racial es lo que hace que los pueblos se identifiquen
con algunos líderes y rechacen a otros; ello
explica, por ejemplo, el éxito de los candidatos indígenas en las naciones
integradas mayoritariamente por poblaciones indígenas. Algo similar ocurre en
los países cuya población tiene un mayor nivel de mezcla, donde la mayoría se
identifica generalmente con quien tenga mayor afinidad racial y social, porque
consideran al líder como a uno de los suyos.
Pero
la confrontación racial va acompañada, a su vez, de la confrontación económica,
porque generalmente el interés de los grupos tradicionales de poder está en
contraposición a los intereses de los sectores que han estado tradicionalmente
marginados de los beneficios de la economía.
La
diferencia racial, pues, es un factor determinante de la política en la América
Latina.