lunes, 15 de enero de 2018

Gerenciar exitosamente una empresa privada no implica necesariamente que se puede manejar exitosamente el Estado


 Suponer que por dirigir una empresa privada exitosa un gerente puede conducir de manera exitosa el gobierno de un país es una suposición errada; explicaré por qué.
  1. El objetivo principal de una empresa privada es el lucro, sintetizado en dos reglas: la primera es ganar dinero y la segunda es no olvidar la primera, aunque en los últimos años las grandes empresas privadas han desarrollado el concepto de la responsabilidad social del empresariado con el que realizan actividades no lucrativas.
  2. El objetivo del Estado y del gobierno es diferente al de la empresa privada: no es el lucro sino garantizar el orden social y el desarrollo económico aunque para alcanzar esos propósitos pueda realizar en algunos casos actividades empresariales de lucro; es lo que se conoce como la actividad empresarial del Estado.
  3. Empresa privada y Estado son instituciones de naturaleza diferente y objetivos diferentes aunque ambas desde sus diferentes campos de acción contribuyen al bien social. Por la razón antes expuesta el gerente de una empresa privada maneja criterios, prioridades y acciones diferentes a las del funcionario del Estado.
  4. El gerente de una empresa privada exitosa podría también conducir exitosamente al Estado pero no intrínsecamente por su condición de gerente de empresa privada sino por la visión de conjunto y visión de estadista que pueda tener.
  5. En América en los últimos años hay tres casos emblemáticos de gerentes de empresas privadas que han llegado a ser presidentes de sus países: Donald Trump actual Presidente de Estados Unidos, Ricardo Martinelli (2009-2014) en Panamá y Vicente Fox (2000-2006) en México.
Trump creó un emporio inmobiliario, Martinelli una gran red de supermercados y Fox también negocios de alimentos. Ellos fueron los constructores de sus imperios económicos cosa totalmente distinta a ser herederos de imperios creados por antepasados. No es lo mismo ser el fundador de un imperio económico a ser su heredero. El esfuerzo de levantar un imperio es totalmente diferente al esfuerzo por conservarlo que también requiere gran capacidad porque son muchos los sucesores que han perdido los imperios heredados. Un heredero capacitado que conserva el imperio heredado es digno también del mayor reconocimiento.
  1. Conclusión
El gerente exitoso de una empresa privada exitosa podría serlo también en la dirección del Estado pero no por su condición intrínseca de gerente de empresa privada sino sólo si tiene la formación necesaria como hombre de Estado.  En cualquier escenario, lo más importante es el proyecto político a desarrollar que debe ser un proyecto concreto, claro, que no deje dudas para que los electores y el país en su conjunto sepan a qué atenerse. Pero, en cualquier caso, crear expectativas partiendo de premisas falsas como atribuir el éxito de una futura gestión de gobierno al éxito obtenido en el pasado en la vida política, militar o la empresa privada es un error y en el caso de Venezuela ese ha sido un error repetido; ojalá no vuelva a suceder.







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